La Lou

Este es el blog 45 de un proyecto que empezó sin tan siquiera haberlo soñado o  planeado.  Desde hace un par de años que me trazo nuevas metas o le doy continuidad a las que según yo, deben permanecer en mi vida. Eso quiere decir que hoy es el día en que me siento a analizar qué sigue en mi lista de "por hacer" y que aún no he podido realizar por x o y razón. Tengo un problema identificado con eso de cerrar ciclos, y más de una vez he querido analizar de dónde diablos me surgió y en definitiva es lo que quisiera cambiar en mi. Pero estoy segura que la vida es lo que sucede "mientras tanto", y mientras tanto he sido feliz. Les deseo lo mismo que deseo para mi y los míos, amor en sus días, paz en sus corazones, salud, amistades de oro, trabajo y que puedan ser constructores de momentos felices. Todo lo demás, es lo de menos.

Ante todo confieso que no es mi época favorita del año.  No me acuerdo si así fue siempre, pero lo importante es que no lo es ahora. Mis hijos podrán acusarme de ser un poco Grinch, pero prefiero mil veces eso y no andar como loca en centros comerciales gastando solo por aparentar o en prisas sin sentido. Ya les he contado que lo material no me  mueve, y que encuentro más importante el compartir con los que amamos. Espero de corazón mis hijos guarden en sus corazones buenos recuerdos de esta época del año, y que cuando formen sus familias puedan celebrar en paz y con sentido. Para aquellos que es la primera  Navidad que celebrarán sin su familia porque están en proceso de divorcio, les puedo garantizar que todo, absolutamente todo, pasa y muy pronto estarán construyendo nuevas tradiciones familiares, las cuales serán muy buenas también.

Acabo de sellar dos días de vacaciones que ya pasaron a ser parte de mis recuerdos. A pesar de que hay momentos que quisiera cerrar los ojos y permanecer inmóvil únicamente escuchando el ruido del mar y sintiendo el calorcito del sol que tanto adoro. A pesar de que hay tareas tan tediosas que quisiera saltarme. Muy a pesar de que quisiera pasar rápidamente por los momentos amargos. La vida ni perdona ni tiene preferencia en ciertos momentos.  Siempre transcurre, siempre fluye y no se detiene. Así que aquí estoy. Formando parte de nuevos ratitos, tratando de estar presente en cada uno de ellos, aún en los más tediosos. Solo pido a Dios y a la vida gozar de muchos más momentos de esos con deseo de pausa, pero también la sabiduría para afrontar aquellos  no tan agradables pero que "debo" afrontar.

Llevo un par de días, siendo mamá sin hijos en casa.  Cómo quien dice de vacaciones. Talvez la despedida fue muy abrupta, y me quedé con ganas de más santiguadas, besos, recomendaciones y mas besos.  De ahí en adelante los días se me han pasado como agua entre mis dedos.  Ni los he sentido.  Y debo confesar que no he hecho nada diferente a cualquiera de mis días. Entre otras cosas tengo planeado levantarme tardísimo, leer como loca y comer lo que nunca cocinó porque a los jóvenes no les agrada, pero por el momento los planes no se han convertido en acciones. Ellos disfrutando de sus vacaciones, con las mejores manos (después de las mías) y yo? Feliz sobre todo por ellos, pero también por MI!  De seguro soy una mala mamá.