La Lou

 Anoche mientras estaba creando momentos de felicidad la vida me puso a prueba, un cantante amateur se le ocurrió pedir SU canción. Esa que tantas veces le vi cantar a todo pulmón, la que pusieron en SU entierro mientras bajaban la caja, la misma que he evitado escuchar estos meses. Sentí temor genuino de que me invadiera esa tristeza que viene acompañada de un dolor real en mi pecho ahí donde se aloja mi corazón.  Respire profundo porque esta vez no podía evitar escuchar SU canción.  La canté a todo pulmón, reviví las veces que la cantamos juntos, le di gracias infinitas a Dios por haber vivido esos momentos que se han convertido en memorias que me acompañan  y luego “feliz” seguí cantando el resto de canciones que acompañaron la velada. Hoy amanecí pensando en este blog, en esa canción que se quedó grabada en mi mente y hasta tuve el atrevimiento de tararearla. Aquello que sentí tan increíble me está sucediendo?  Estoy ya lista para interpretar las canciones q...

La muerte según el diccionario es EL FIN DE LA VIDA, como que fuera tan sencilla la definición. La muerte es parte inevitable de nuestra vida, yo  misma le he dado muerte a sueños, a costumbres adquiridas, a enseñanzas impuestas y a relaciones con fecha de caducidad.   Mis muertos en cambio viven!  Viven en mis latidos acelerados por la angustia de su ausencia.  Viven en las costumbres a las cuales me aferro.  Viven en mis pensamientos de donde los convoco.  Viven en mis plegarias a Dios.  Viven en mi compromiso de ser FEliz. Viven en mis sueños.  Viven en MI. Después de la muerte de mi papa, vivo con la única premisa de que lo “peor” que nos puede suceder en esta vida es morir, y sin embargo tenemos el descaro de no vivir a plenitud. Nacemos con la condición que moriremos.