De 22 años
Los papas deseamos que nuestros hijos sean más que nosotros, lleguen más lejos, sean más prósperos y siempre MAS
Yo la veo a sus 22 años y mi corazón se hincha en una mezcla de orgullo con ternura. No es perfecta, ni siquiera cerca de serlo, pero es sin duda la hija destinada para mi.
No es mi mejor amiga, ni yo pretendo serlo para ella. No quiero saber todo de su vida, ni quiero estar presente en todas sus actividades. Quiero que vuele y ella sabe que lo único que deseo es que sea inmensamente feliz y que luche por serlo.
Por ahí leí que uno debe procurar que los hijos vivan SU vida y que esta no sea una fotocopia de la nuestra, así que no puedo evitar recordar que yo a los 22 años ya sabía que iba a ser mamá y que estaba pronta a casarme.
Estuvo bien, más que bien mi vida a esa edad, pero la vida de ella me encanta.
Felices 22 mi amorcito
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